Mika Stojsavljevic regresará a la escuela Loughborough Amherst en el Reino Unido el martes. Y le podrá contar a sus compañeros algo diferente de su fin de semana.  

A pocos meses de cumplir 16 años, la británica de 1,80 metros sacó un sobresaliente en el Campeonato Abierto de Estados Unidos Junior.

Con aplomo y paciencia y demostrando un saque temible, Stojsavljevic se convirtió en la campeona femenina más joven del Abierto de Estados Unidos en 18 años, venciendo a la cabeza de serie número 7 Wakana Sonobe por 6-4, 6-4 en el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King.

Stojsavljevic es la primera campeona femenina británica en individuales en Nueva York desde Heather Watson en 2009, y no dejó dudas de que su futuro es tan brillante como las luces de Times Square aquí.

“Creo que todavía estoy un poco en estado de shock”, dijo en su conferencia de prensa unos 90 minutos después de su victoria. “Todavía no he tenido tiempo de procesarlo”.

Cuando le preguntaron cómo cree que la tratarán sus compañeros de clase ahora, se rió y dijo: “Sí, en la escuela puede que sea un poco diferente”.

Stojsavljevic, la campeona femenina más joven del US Open desde que Anastasia Pavlyuchenkova, también de 15 años, ganó en 2006, solo tuvo que jugar dos partidos de tres sets esta semana y rara vez se la vio nerviosa.

Un ejemplo: después de un quiebre de servicio temprano en el segundo set el sábado, mantuvo su propio servicio fácilmente, enfrentándose solo a dos puntos de quiebre.

Y luego, en el juego más importante de su joven vida, sacando para el partido con 5-4, Stojsavljevic no mostró absolutamente ningún nerviosismo.

Hizo los cuatro primeros servicios del juego, lanzó dos golpes de revés ganadores y luego ganó el partido cuando un revés de Sonobe salió volando.

Stojsavljevic se desplomó de alegría antes de correr a abrazar a la entrenadora de la LTA, Katie O’Brien (su entrenador principal en casa es David Brewer).

“El nivel fue mejorando a medida que avanzaba el partido, y fue una gran oportunidad para que ella mantuviera la calma”, dijo O’Brien. “No puedo expresar lo orgullosa que estoy de ella. Ha mejorado en cada partido, su confianza ha crecido cada día.

“Realmente no sé qué decir, estoy sin palabras”.

Stojsavljevic estuvo en la final de dobles de Wimbledon con su compañera Mingge Xu hace dos meses, pero tuvo toda la presión para ella sola en el partido por el campeonato de individuales.

Sonobe había perdido ante Stojsavljevic dos veces anteriormente en Grand Slams, ambas el año pasado en Wimbledon y el US Open, pero cada partido se disputó a tres sets.

“Esperaba una pelota muy dura (de Mika), pero no sé si fue por las condiciones climáticas o no, pero no llegó tan rápido como pensaba”, dijo Sonobe. “Tampoco pude adaptarme a eso”.

El primer set de la final fue parejo, con cada jugadora mostrando algo de nerviosismo. Pero con 3-3, Stojsavljevic rompió el servicio en el 15, lo que le dio la primera ventaja. Consolidó el quiebre cuando Sonobe tuvo problemas con el poderoso revés de la británica. Un revés cruzado ganador en el punto de set le dio la ventaja a Stojsavljevic.

“Creo que comencé tratando de ser más consistente al principio”, dijo Stojsavljevic. “En una final, quieres entrar un poco más en el juego. Creo que estaba obteniendo una buena profundidad. Había un poco de viento, así que creo que eso podría haber cambiado las cosas. Pero sí, creo que mi ritmo fue lo suficientemente bueno”.

Ahora, con un hermoso trofeo en la mano, Stojsavljevic se marcha a casa.

Aunque esperemos que no sea a la clase de matemáticas.

"Sí, odio las matemáticas", dijo sonriendo. "Todavía no estoy segura (de mi horario), pero estoy segura de que será bastante intenso".

No puede ser más intenso que lo que acaba de vivir, sin duda.

Un dobles histórico

En la final de dobles femeninos, Malak El Allami hizo historia cuando se convirtió en la primera chica marroquí en ganar un título de Grand Slam, al asociarse con la noruega Emily Sartz-Lunde para derrotar a Julie Pastikova de Chequia y Julia Stusek de Alemania, 6-2, 4-6, 10-6.

Sartz-Lunde, estudiante de primer año en la Universidad de Michigan, y El Allami, estudiante de primer año en Columbia, se recuperaron de la decepción del segundo set para conseguir el primer campeonato de Grand Slam para cada una.

También es el primer título de Grand Slam júnior para una chica noruega.

"Es un honor y estoy muy orgullosa de esto", dijo El Allami. "Espero que anime a la gente de casa a soñar en grande y a trabajar duro para representar a Marruecos en los escenarios más altos, y hacer lo que más aman, y hacer que todos se sientan orgullosos".

“Me decía a mí misma que el último tiebreak era a 20 puntos, así que sentí que tenía mucho tiempo para recuperarme si perdíamos un punto”, dijo Sartz-Lunde riendo. “Me encanta jugar con ella y confié en que íbamos a ganar, todo el tiempo”.