Tandil, tierra de tenistas: Sol Larraya Guidi, la nueva exponente
En Argentina, suele decirse que Tandil es la capital nacional del tenis. Entre las sierras, a poco más de 350 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, esta localidad es una verdadera cuna de campeones. Fundada en 1823 por el Brigadier General Martín Rodríguez, es una ciudad que más allá de su atractivo turístico y herencia histórica, tiene una cultura deportiva notable. Raqueta en mano, vio crecer a Juan Martín Del Potro, Juan Mónaco, Mariano Zabaleta, Máximo González, Diego Junqueira, los hermanos Guillermo y Mariana Pérez Roldán, Patricia Tarabini y María Irigoyen, entre otros. Y en este último tiempo, la fertilidad de este lugar de más de 140.000 habitantes para producir tenistas tiene a una nueva exponente: Sol Larraya Guidi.
A los 17 años, la jugadora nacida el 21 de febrero de 2008 logró en marzo de este año ascender al 27° lugar del ranking junior de la ITF, su mejor puesto en esta categoría. En esta temporada se destaca su brillante actuación en el J500 de Gaspar, Brasil, un certamen al que accedió a la final (perdió con la estadounidense Thea Frodin). Sin dudas, Sol es una exponente en pleno ascenso.
“Empecé a jugar al tenis a los 5 años en el club Uncas, donde sigo actualmente. Y comencé siguiendo a mi hermano. Cuando Del Potro ganó el US Open, en el 2009, Nicolás, que es seis años más grande que yo, empezó a practicar el deporte. Yo en ese momento tenía apenas un año, pero a medida que fui creciendo, siempre iba a verlo jugar. ¡Y me encantaba!”, cuenta Sol en una entrevista con itftennis.com. Su familia está conformada por su madre, Estela, su padre, Pablo, y ese hermano que la hizo enamorar del tenis.
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-¿Cómo es la historia del momento en el que te regalaron unas raquetas pequeñas de plástico?
-Fue en un Día de Reyes, dos raquetas amarillas con una pelotita de goma. Creo que tenía 4 años. Así que cada vez que iba a verlo a Nicolás, yo jugaba afuera de la cancha o en un frontón. Todavía no me dejaban entrar… Hasta que a los 5 arranqué. Entré y no salí nunca más.
-¿Cuánto ayuda hacer nacido en Tandil, una ciudad con muchísimo tenis?
-Ayuda bastante, porque le dan mucha importancia al deporte, no sólo al tenis. De Tandil salieron muchísimos tenistas. Se promueve el deporte y nos ayuda al resto para entrar de una manera más sencilla. Cuando “Delpo” ganó el US Open se armó una movida enorme. Explotó el tenis y todos querían empezar a jugar.
-¿Del Potro te genera una inspiración?
-Muy grande. Durante toda su carrera él demostró que a pesar de todas las lesiones que tuvo, siempre se pudo recuperar y siguió trabajando. Volvió, estuvo a un nivel altísimo, trabajó con constancia. Todo eso me encanta de él. También su humildad dentro y fuera de la cancha. Yo lo conozco un poco, estuve varias veces con él y hablamos; también mis papás. Y siempre fue muy humilde. Nos saludaba, nos conoce. Es un ejemplo a seguir. A futuro, si es que llego a ser profesional, me gustaría ser como él.
-¿Tenés que compaginar el tenis con los estudios?
Sí, en Tandil voy al colegio de manera presencial, a la Secundaria 1. Desde primer año siempre fui a este mismo lugar. Y sinceramente me ayudan muchísimo, porque es complicado con el entrenamiento, el gimnasio, el tenis. Entonces tengo muchas faltas. Pero ellos tienen en cuenta lo que hago. Se acomodan a mis tiempos, me mandan trabajos prácticos, me toman más tarde las evaluaciones que no logro hacer. Asimismo, siempre que estoy en Tandil, voy a las clases. Este es mi último año en la secundaria y honestamente les agradezco mucho por su ayuda. Me hacen todo más fácil.
-¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades en el tenis?
-Soy una jugadora muy luchadora, nunca te voy a regalar ni tirar ningún partido. Siempre corro todo y doy batalla hasta el final, no importa el resultado. Me gusta atacar, pero también sé defender. Trato de jugar con variantes, utilizar drops, cambios de altura, slice, variar mucho. En cuanto a las debilidades, considero soy muy demostrativa con lo que me pasa, con los enojos, con mis gestos. Y también cuando me hablo a mí misma, debería ser más positiva.
-¿Cuáles son tus mejores golpes?
-Siempre fue la derecha, aunque estuve mejorando mucho el saque. Es complicado elegir uno. Creo que le pego bien de slice y al revés también lo fui puliendo.
¿Tenés rutinas o cábalas?
No sé si llamarlas así, pero hay un par de cosas… Yo tengo seis raquetas y cada una tiene un número. Por lo general, trato de arrancar los partidos jugando con las raquetas número par. Antes, tenía la número 4 que era para las finales. ¡Eso ya no lo hago más, ja! Después, cuando llego al club y voy al baño, siempre tengo que entrar a ese mismo baño… ¡Si está ocupado, lo espero! Y en el partido siempre limpio las líneas. O tengo un orden para ir tomando las cosas en los descansos. Y antes del comienzo dejo todo acomodado: agua, sales, geles, toallas…
-¿Cuáles son las rivales más difíciles que has enfrentado entre los juniors?
-Antonia Vergara, de Chile, y Luna Vujovic, de Serbia.
Ganadora de seis títulos ITF entre las juveniles (dos en el 2022 y cuatro en el 2024), Arraya Guidi se dio un gran gusto en el 2023: participar en Roland Garros. También, un año antes, la tandilense disfrutó del certamen The U14 Championships, que se realizó en el mítico All England Lawn Tennis & Croquet Club, con sede en Wimbledon. Allí, la jugadora formada en Uncas trepó hasta las semifinales.
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-¿Qué vivencias te dejó el torneo en París?
-Fue algo único. Resultó mi primer Grand Slam y además es mi favorito. Mi sueño es ganarlo alguna vez… es muy especial. Así que en aquel momento fue desconocido, porque era chiquita. Era otro ambiente al que estaba acostumbrada, pero a la vez hermoso. Al partido entré nerviosa, pero poco a poco lo fui disfrutando. En este 2025 voy a volver y ojalá que me vaya mejor. Ya iré más preparada.
-¿Qué se siente al pisar el césped de Wimbledon?
-¡Es increíble! Es perfecto, es como pisar un colchón. El pie se te hunde, se te amolda, es muy prolijo. Sinceramente, no entiendo cómo hacen para tenerlo de esa manera. Es una sensación hermosa. No le tenía fe a la superficie, pero me encantó.
-¿Quién es tu ídolo en el deporte?
-Del Potro, siempre. Desde muy chiquita. Se podría decir que arranqué a jugar al tenis por él, por eso que hablábamos antes de mi familia. No soy de mirar otros deportes, así que siempre será “Delpo”.
-¿Qué significa Sabatini para el tenis de Argentina?
-Todo el éxito que tuvo Gaby en su carrera abrió muchas puertas para el tenis femenino de nuestro país. Ella inspiró a muchísimas chicas para comenzar en el deporte.
-¿Cómo es tu transición al profesionalismo?
-Yo arranqué en el profesionalismo a los 14 años. Lo que noté, además de la edad, es que son muy distintas las formas de juego. Las tenistas más grandes tienen muchas mañas, maneras diferentes. También hay un factor mental importante y tratan de sacarte del partido en ese aspecto. Te imponen, no te dejan hacer tu juego. Entre los juniors suele haber un patrón más marcado, quizás ya sabés cómo van a jugar.
-¿Cuáles son tus mayores sueños?
-Uno es ganar algún Grand Slam… o varios (sonríe). Siempre pensé que era Roland Garros, hasta que fui a Wimbledon. Uno de esos dos. También ser número uno o estar entre las mejores. Por otro lado, si es que puedo llegar a vivir del tenis, me gustaría ser recordada no sólo como jugadora, sino también como una buena persona. Una mujer que se portó bien tanto adentro como afuera de la cancha.
-¿Qué es el tenis en tu vida?
-El tenis es mi vida. Estoy todo el día dedicada a esto. Todos los días de la semana. Todo lo que hago es para mejorar en este deporte, para cumplir los objetivos. No pienso en otra cosa. Sinceramente, me gustaría que sea mi futuro. Mi vida es todo el tiempo tenis, tenis, tenis…
-¿Te gustaría jugar la Billie Jean King Cup y los Juegos Olímpicos?
-¡Me encantaría! Me apasiona todo lo que sea representar a Argentina. La camiseta, el país, todo.
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